Día 6: Monasterio Noravank, cueva Areni, Karahunj, Goris

Teníamos la gran fortuna que el famoso monasterio Noravank se encontraba tan solo a unos 15 minutos en coche desde nuestro hotel, así que nos fuimos para allá para ser los primeros en llegar a este lugar….bueno, ya unas palomas nos habían ganado.

En muchos edificios religiosos armenios la arquitectura se divide en 3 niveles verticales: la inferior del todo es más sencilla, la de en medio un poco más elaborada, y la superior es la más elaborada; es decir, entre más cercano al cielo más hermoso

Nos encontramos en el monasterio Noravank, cuyo nombre en armenio significa “nuevo”, aunque nada más alejado de la realidad, ¡ya que este monasterio tiene más de 7 siglos de antigüedad! Este fue el centro de poder de los príncipes orbelianos.

La familia Orbelian era una familia muy poderosa por allá del siglo XII. Debido a su valentía en la guerra, los reyes de Georgia les dieron grandes tierras, incluidas fortalezas, como la de Orbeli (nombre de donde proviene ahora el apellido de la familia). Todo iba muy bien hasta que llegaron los problemas. El rey de Georgia, Jorge III, había prometido a los orbelianos que el príncipe Demna Orbelian sería rey un día. No obstante, llegado el momento, Jorge III rompió su promesa y los orbelianos cogieron sus armas contra el rey.

Vinieron varios años de guerras y el rey Jorge III fue sumando fuerzas a su causa, entre ellos la familia Zakárida. Finalmente los orbelianos perdieron y fueron expulsados de Georgia, y todas sus tierras y posesiones fueron confiscadas. La familia Orbelian huye a Armenia y se asienta en lo que es el monasterio Noravank, convirtiendo así este lugar en su lugar de residencia y poder.

La edificación más antigua es la iglesia Surb Karapet (San Juan Bautista) construida en 1216.

Exterior de Surb Karapet

Interior de Surb Karapet

Sonará muy a cliché pero, estando en este templo sobre tumbas, rodeado de paredes labradas con cientos de cruces e inscripciones armenias, y totalmente solo, hacen a uno sentir en una película de aventuras.

Cruces talladas en la piedra

Rey orbeliano cazando a un león

A un costado de esta iglesia se encuentra la capilla Surb Grigor, donde también se encuentran más tumbas orbelianas, incluida la de Elikum III.

 

Tumba de Elikum III, de la familia Orbelian

 

Definitivamente la gran joya del complejo es Surb Astvatsatsin, mandada construir por el príncipe Burtel Orbelian y terminada en 1339.

 

Antes se podía subir por estas singulares escaleras, pero ya está prohibido

 

Surb Astvatsatsin es llamativo porque parece más como una torre, al estilo de los primeros monumentos cristianos en Armenia. Tiene 2 pisos. El de arriba era una antigua capilla y el de abajo tenía las tumbas de Burtel y su familia.

Hombre armenio a punto de entrar a Surb Astvatsatsin

Aquí se encuentra la tumba de Burtel Orbelian

Este monasterio estaba también muy unido a las universidades de Grandzor y Tatev.

Te recomendamos subir la pequeña montaña que está ahí para poder tener unas buenas vistas del complejo Noravank.

Estas murallas fueron añadidas en el siglo XVIII

Ahora era momento de ir a uno de los puntos más antiguos de toda la civilización humana: la cueva de Areni.

Apenas comenzada a explorar por los arqueólogos en el 2007, esta cueva guardaba grandes secretos para la humanidad, ya que aquí se ha encontrado el zapato más antiguo del mundo (de alrededor del 3500 a.C.) y la bodega de vino más antigua del mundo (de alrededor del 4000 a.C.).

Es en esta zona de la cueva donde se ha encontrado el zapato más antiguo del mundo

No solo eso. Aquí también se han encontrado 3 ánforas de barro con restos humanos dentro (también datados en el año 4000 a.C. aproximadamente). Los arqueólogos tienen claro que se trata de ritos funerarios, aunque aún está por esclarecer cuál exactamente era la relación entre la muerte y la elaboración del vino.

En estas ánforas se encontraron restos humanos ceremoniosamente depositados

A más de 100 kilómetros de aquí, llegamos a Karahunj (o Zorats Kaser), que es un enigmático yacimiento arqueológico entre las montañas armenias.

Si ya habíamos visto el zapato y bodega de vino más antiguos del mundo, ahora estábamos viendo lo que quizás sea el observatorio de astros más antiguo del mundo. Lo sé, lo sé. Muchos de vosotros estaréis pensando en Stonehenge, en Inglaterra. La verdad de las cosas, es que mientras Stonehenge tiene unos 5.000 años de antigüedad aproximadamente, Karahunj tiene 7.500 años, siendo así unos 2.000 años más antigüo.

Karahunj es un lugar que despierta el interés de viajeros e investigadores por igual ya que los misterios de este lugar no han sido resueltos todavía. En total hay 223 piedras acomodadas cuidadosamente queriendo significar algo que aún no se ha logrado descifrar.

Hay quienes afirman que son constelaciones del espacio representadas aquí en la tierra a través de estas piedras. Las piedras son de basalto y pueden llegar a pesar hasta 10 toneladas. ¿Quién las trajo hasta aquí, cómo, y con qué motivo?

No obstante, lo que más llama la atención son las aproximadamente 80 rocas que tienen un círculo perfecto, pudiendo así ver a través.

Agujero en la roca

Piedras de Karahunj a través de uno de los orificios

Y es precisamente por estos agujeros que muchos investigadores llegan a la conclusión que este lugar se trata de un antiguo observatorio, y que a través de estos orificios podrían verse amaneceres u ocasos en los solsticios o equinoccios, además de las estrellas durante la noche. No obstante, nada está probado y esto son tan solo conjeturas.

Los antiguos llamaron a este lugar Karahunj, teniendo el origen en 2 palabras armenias: kar, que significa piedra; y hunj, que significa sonido. Por tanto, este lugar sería donde “las piedras hablan”. Probablemente este nombre nazca del sonido que desprenden las piedras a través de los agujeros cuando el viento sopla. Sea el que sea el origen, realmente ojalá estas piedras pudieran hablar, para que así nos contaran qué ocurrió aquí hace miles de años.

Antigua edificación en Karahunj, con las rocas acomodadas detrás

Ahora iríamos a nuestro último destino por el día de hoy: Goris, la última ciudad cristiana en el mapa. Más allá de esta ciudad en dirección este, comienzan tierras musulmanas.

Goris es una pequeña ciudad en las puertas del disputado territorio Nagorno-Karabaj, así como próximo a la frontera con Azerbaiján, por lo que en caso de un conflicto armado entre ambos vecinos enemigos, probablemente Goris sea una de las primeras ciudades afectadas.

Edificio soviético con la bandera de la República de Artsakh

El Nagorno-Karabaj, o República de Artsakh, es un territorio montañoso que se encuentra al otro lado de la frontera, en Azerbaiján, a tan solo unos 30 km de aquí. Es por estas montañas que Armenia y Azerbaiján se han enfrentado en 3 guerras desde la disolución de la Unión Soviética en 1991. ¿Qué fue lo que ocurrió? Cuando la Unión Soviética se desmorona, y las regiones comienzan a convertirse en países, el problema vino con Nagorno-Karabaj, ya que era una zona con población predominantemente cristiana y armenia, encajonada en un territorio musulmán azerbaijaní.

En 1991 la comunidad internacional inmediatamente reconoció a Azerbaiján como un país, incluido el Nagorno-Karabaj. No obstante, Armenia siempre estuvo apoyando militar y económicamente a esta zona, siendo de hecho a través de Armenia el único acceso a este pseudo país que nadie del mundo reconoció. En 1992 Armenia y Azerbaiján luchan su primera guerra, la cual gana Armenia. Después de varias escaramuzas, en 2020 es la segunda guerra abierta, ganada esta vez por Azerbaiján y conquistando territorios alrededor de Nagorno-Karabaj. En 2023 es la tercera y última guerra con una aplastante victoria por parte de Azerbaiján. El 1 de enero de 2024 Nagorno-Karabaj disuelve todas sus instituciones y los cerca de 100.000 habitantes armenios que aquí vivían se van como refugiados a Armenia.

La bandera que vemos en la foto de arriba, ondeando en la plaza principal de Goris, es la del Nagorno-Karabaj. Es básicamente la bandera de Armenia, con el añadido de esos cuadros blancos, simbolizando las montañas del Nagorno-Karabaj. Además, la punta más sobresaliente apunta hacia el oeste, dando a entender el deseo de una eventual unión con Armenia. Una unión que no parece vaya ya a suceder.

Principal plaza de Goris

Típicas casas de Goris

El motivo por el que paramos en Goris era para ver su colina con curiosas formaciones montañosas, similar a la Capadocia en Turquía.

La historia de Goris va hasta la Edad de Hierro, pero es mencionada por primera vez por los urartos en el siglo VIII a.C. como uno de los pueblos conquistados por ellos. Aproximadamente hace unos 1.500 años es que las rocas volcánicas comenzaron a utilizarse como hogares e improvisadas iglesias. Por este punto pasó el comercio entre el norte de Armenia y Persia, lo que contribuyó al crecimiento de Goris. Hoy podemos tener un pequeñísimo pincelazo de cómo debió haber sido la vida en este lugar hace siglos recorriendo estas montañas y sus cuevas.

Por increíble que parezca, todo esto lo habíamos hecho tan solo en una mañana. Ya habíamos comido y ahora era momento de recorrer unos 35 kilómetros a nuestro AirBnB en Tatev. Suena fácil, ¿verdad? No me creeríais si os digo que nos tardamos casi 2 horas en llegar al lugar. El estado de las carreteras en Armenia nos pueden engañar.

Primero, recorrimos en plano una carretera que estaban reconstruyendo completamente, por lo que todo era de piedra, y había que ir como a unos 20 km por hora. Estuvimos a esta “velocidad” unos buenos 30 minutos. Después, llegamos finalmente a una zona pavimentada (llena de baches claro y vendedores ambulantes en los lados de la carretera) donde todos aprovechamos para poder pisar un poco el acelerador. Ahh, iluso de mi parte. En seguida comenzaron las montañas, y con ellas las curvas, y claro, ¿por qué no agregarle el típico camión soviético lento que te impide ver y rebasar? ¿Y por qué no le agregamos también que gran tramo de esta carretera era una pista de tierra? Si os digo que al final del trayecto terminé yendo de reversa ante la imposibilidad de cruzar un enorme lodazal en la pista de tierra (temía quedar atascado) mientras tenía a un caballo con su jinete trotando a mi lado, entenderéis por qué nos tomó 2 horas recorrer estos escasos kilómetros.

Carretera para llegar a Tatev

Después del suceso del caballo, saqué mi móvil para ver la dirección del AirBnB, ya que sabía que estábamos cerca. Para mi sorpresa, en algún momento tuve que haber pillado Internet, puesto que tenía mensajes por WhatsApp del propietario del alojamiento un poco difíciles de comprender. El primero era a las 10.26 de la mañana diciendo “Hi Francisco, how are you?”. Para finalmente a las 14.23, después de una serie de mensajes que era imposible que contestara puesto que no tenía Internet, la cosa se fue desvariando para decirme “Pahe is open you come id its canbe free you can stay, no free you can go fuckkkk emd of worlr” seguido del emoticono feliz guiñando un ojo.

La puerta de metal oxidada se abrió para que saliera un pequeño perro corriendo a darnos la bienvenida enterrándonos sus pequeñas uñas mientras nos brincaba encima emocionado. Detrás de él salió el dueño del AirBnB quien se me acercó a la cara y con un fuerte aliento a alcohol me dijo: “Welcome”.

Nos animó a dejar nuestras mochilas en el suelo para enseñarnos el lugar. Pequeña casa de campo de piedra con 2 plantas y vistas a las montañas. Viejas ventanas y puertas de madera, y un suelo que crujía al andar sobre él. Eloísa y yo habíamos pedido una habitación privada, pero nos estaban enseñando una que tenía adentro 12 camas, todas pegadas las unas con las otras, de tal manera que si alguien quería dormir al fondo, tenía que pasar literalmente por encima de las otras camas. Había otra pareja de mochileros ahí, por lo que no nos apetecía que alguien tuviera que brincar a los demás.

Nos enseñaron otra habitación, privada esa sí. Bueno, “privada” es un decir, ya que no tenía puerta alguna, tan solo una tela transparente por el paso del tiempo que colgaba del marco. Creo que la habitación era de la madre del dueño del AirBnB, puesto que inmediatamente una señora mayor con una sonrisa se me acercó para señalarme la cama y luego señalarse así misma y hacer un ademán de dormir. Por último, estaba el baño que era compartido. Pero no tenía ni puerta y ni siquiera tela transparente para ofrecer un poco de intimidad. Estábamos cansados del larguísimo día que habíamos tenido hoy, y parecía que esta casa no nos iba a poder dar el descanso que buscábamos, así que decidimos buscar otro lugar que desafortunadente no nos quedamos con el nombre.

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Día 7: Monasterio Tatev y regreso hasta Yereván

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Día 5: lago Sevan, cementerio Noratus, caravasar, y monasterio Tanahat